15.10.07

Encuentros cercanos del Tercer tipo /Previa

La semana última fue una locura.

En la primera reunión "pro-viaje" que hicimos para organizar el viaje al III Encuentro (hace varios meses ya), acepté hacerme cargo de armar la lista de gente interesada en viajar a Mendoza, sin imaginar lo que asumía con una tarea que parecía tan sencilla. La verdad que el bombardeo de mails a lo largo del último mes, y sobre todo de las últimas semanas, me robó bastante tiempo, con el agravante de que chequeaba, diariamente y más de una vez, dos casillas de correo: la mía y la del Encuentro. Otro problema que tengo es que no soy de contestar muy escuetamente: me gusta que las oraciones sean mínimamente legibles y tengan cierta coherencia. Así que más tiempo aún.
Para colmo, no todos los que viajaban se alojaban en el club universitario que pusieron a nuestra disposición los mendocinos, ni viceversa. Y además estaban los que viajaban "sólo ida" o "sólo vuelta": más problemas aún, que sólo pude resolver llevando a extremos poco vistos mis (ya presentes) tendencias obsesivas*.

Las dos grandes cuestiones previas fueron el tema de conseguir un micro barato y hacernos de la plata con la que la Facultad financió una parte importante del viaje (casi el 70%, si vamos a la crudeza de los números). Por suerte todo terminó saliendo bien: el micro era bueno, aún a pesar de su precio accesible, y la plata se pudo cobrar el lunes y así apaciguar las ansiedades que había en torno al viaje.

Después de un día larguísimo en el que di clases de inglés y mi primera clase de español, me apersoné por Puan el miércoles pasado a eso de las 20 (listas de viajeros en mano), y una vez que llegó el colectivo y le entregamos al dueño de la empresa el grueso del pago, me planté junto a la puerta del bondi para controlar quién entraba, quién faltaba y quiénes todavía tenían que pagar su viaje. Haciendo de algo así como un coordinador de viaje de egresados (!), y con Ine De Mendonça y Ceci Eraso caracterizadas como azafatas, la gente fue llegando, entrando, saliendo para fumar o comprar su vianda para la noche, volviendo a entrar, buscando su lugar en el colectivo. Finalmente llegaron las últimas personas (una de las cuales, tengo que decirlo, era Seba Hernaiz, que vive a ¡3 cuadras! de la Facu), y salimos.

* Quizás una frase del poeta Raúl Gustavo Aguirre alcance para redimirme: "El poeta es el hombre de la lenta obsesión".

6 comentarios:

ajsoifer dijo...

Y ahora que terminó debo decir que su colaboración fue imprescindible para que el viaje saliera tan espectacular.

Y agradecerle por su elogioso comentario sobre mi biblioteca Beat..

Saludos...

Que se repita.

Nessie dijo...

mirá cómo se me adelantó el rufián... ahora sólo espero tu resumen del evento
te queremos!

C.E dijo...

A la pucha, andamos todas las azafatas por acá. Che Vic, impecable lo tuyo y aguanten los obsesivos que vamos por el mundo reconociéndonos.

sushi punk dijo...

gracias por "contar" (literal) con nosotros vic. grande!

Nurit dijo...

Me gusto la frase de Aguirre.

Gracias por ofrecerte a organizar...siempre es imprescincible alguien que asuma ese rol, como diría Levi Strauss.

Pd: ¿me parece a mí o estos comments están monopolizados por el encuentro?

Vicente Costantini dijo...

Lo están, pero mejor eso que nada, ¿no?