18.10.10

Las ratas

Estoy releyendo, más o menos seis años después, la novela corta Las ratas (1943), de José Bianco. Recordaba el final, algunos detalles de los personajes, y la escena en el tren del capítulo XIII, que posiblemente podría haber sido omitida, y que sin embargo fue el detalle argumental que yo recordaba con mayor nitidez.

Cuando comencé la relectura comprobé con asombro la velocidad y el volumen con el que se olvidan las cosas. El desarrollo, los nombres de los personajes, y muchos aspectos de la trama, me resultaban totalmente novedosos. Era como estar leyendo una novela que me hubiese resumido otra persona.

Aunque no tengo ahora el mismo entusiasmo con el que descubrí este relato, me impacta cómo resuena en él la obra de Henry James, como si se entablara un diálogo velado que en su momento no tuve la perspicacia de advertir. Hay una frase del narrador que resume bien la novela, y que acaso podría ser el fragmento de un ensayo sobre James:
"Acaso la verdad sea tan rica, tan ambigua, y presida de tan lejos nuestras modestas indagaciones humanas, que todas las interpretaciones puedan canjearse y que, en honor a la verdad, lo mejor que podamos hacer es desistir del inocuo propósito de alcanzarla."