15.3.10

¿Ególatra yo?

"Ediciones Especiales se ha hecho fan de Ediciones Especiales y te ha sugerido que tú también lo seas."

(Uno de los mensajes a los que Facebook ya nos tiene acostumbrados.)

14.3.10

Antes y después de "El secreto de sus ojos"

Ojo: contiene "spoilers".
(Para los que no lo saben, "spoiler" es, en la jerga de las reseñas cinematográficas, esa información que te arruina la película contándote demasiado.)

Como suele ocurrir con mi relación con el cine, llego bastante tarde a los "estrenos". Pero en este caso, el "antes y el después" de El secreto de sus ojos no se refiere a la obtención del Oscar, sino más bien a lo que pensaba de la película antes y después de haberla visto.
Es inevitable que, con una película con tanta prensa, uno tenga una imagen previa de la película, con lo que imagina que ésta va a ser, y una imagen posterior. Por eso me gustó tanto cuando vi películas como Se arrienda (2005) o El árbol (2006), sin saber absolutamente nada sobre ellas. No hay nada para contrastar, ningún punto de referencia, y vos te entregás a la película sin saber bien qué esperar.
Por eso, ayer pensaba en la imagen que yo tenía de El secreto de sus ojos (2009) antes de haberla visto: pensaba en un policial, ambientado completamente en la época de la dictadura; creía que la escena en la cancha representaba el mundial '78; sabía que Francella no actuaba de Francella, que la película tenía una muerte, y no mucho más.
La película resultó ser un policial, sí, con más de una muerte –una como disparadora de la acción, la otra hacia el final–, pero ambientada en lo que fue el ocaso del peronismo de los '70 y el antecedente de la dictadura (el gobierno de Isabelita, el surgimiento de la triple A). Además, la otra cuestión que me pareció interesante es el ambiente judicial, más que policial, que rodea toda la película: las escenas en Tribunales, en los bares de la zona; los personajes, el lenguaje y las jerarquías legales. También es impresionante la larga escena (plano secuencia) en la cancha de Huracán, que empieza desde el aire y termina con una persecución policial.

Sofi, gran consumidora del género policial, fue la primera en decir que no le había gustado, que el final era "bizarro". Empezamos a charlar sobre la película hilando un poco más fino, y éstas son algunas de las conclusiones a las que llegamos.
El secreto de sus ojos es una película larga, quizás innecesariamente. Tiene muchas escenas hacia el final que intentan, a la vez, esclarecer completamente el crimen y mantener al público atado a la butaca hasta el final, jugando mucho con el recurso de la vuelta de tuerca.
Quizás el mayor punto débil la película sea que lo que da comienzo a la acción en el pasado, la violación y el asesinato de Liliana Coloto, impacta sobre el protagonista (Benjamín Espósito) de manera particular, y además éste se convence rápidamente de que los acusados son perejiles, y que el autor del crimen es un tal Gómez, por cómo está observando a Liliana en una foto. Cuesta creer que un empleado judicial, que ya debe estar acostumbrado a este tipo de casos, se obsesione lo suficiente como para ir hasta Chivilcoy, a dar con el paradero del tal Gómez. Hay, en todo caso, un funcionamiento ficcional de la trama, donde la credibilidad y la verosimilitud de sacrifican para privilegiar la sorpresa y el desenlace inesperado.

Dos tiempos se van entrecruzando en la película: el pasado del caso Morales y la pre-dictadura, y el presente en el que un empleado judicial recién jubilado quiere escribir una novela acerca del caso Morales. La película no juega con algo que hubiera sido, quizás, complejo y a la vez fascinante: la construcción del pasado como novela, como ficción (y que a la vez habría justificado los elementos poco verosímiles de la trama). Hay sólo una parte en que el personaje de Irene cuestiona los hechos tal como los narra el protagonista, por considerarlos inexactos, pero Espósito se planta sosteniendo que fue así como ocurrieron. Me parece que justamente hubiera sido interesante pensar en el relato del pasado como una construcción provisoria y ficticia, creada por el narrador (Espósito) para explicar lo inexplicable.
Espósito no puede ejecutar satisfactoriamente su novela, que otro de los personajes define como "un memorándum largo", justamente porque es incapaz de despegarse de los hechos tal como ocurrieron. En otras palabras, la "novela" no es ficción, sino simplemente un relato autobiográfico, y para terminarla Espósito debe averiguar fehacientemente cuál fue la verdad (los hechos) del caso. Me parece que esa es la razón por la que no alcanzan los relatos de segunda mano (Morales contando cómo asesinó a Gómez, el violador y asesino de su mujer), sino que el protagonista se ve obligado a volver y ver, con sus propios ojos, que Gómez está vivo, prisionero para siempre en una especie de "prisión perpetua" casera ideada por Morales. Cuesta creer, por otra parte, que un represor con poder como Gómez pueda desaparecer sin que luego los militares diesen con su paradero.
La escena, casi al final, en la que Espósito vuelve en el auto y piensa en lo que Morales acaba de contarle, incluso abre un espacio para conjeturar que todo ha sido una equivocación: Morales mató a su mujer, y lo único que hizo Espósito durante su búsqueda fue encubrirlo involuntariamente. Pero rápidamente esta posibilidad –que hubiese requerido cambios en la trama para evitar contradicciones– desaparece.
En una primera lectura, pienso que la película ganó el Oscar porque, al igual que La historia oficial, se mete con el tema de la dictadura (aggiornado), y además porque, como muchas películas yanquis, explica demasiado y le sobran minutos al final.