22.10.08

Fiesta de la lectura


El sábado pasado se realizó la Fiesta de la lectura de la municipalidad de Vicente López, en la que participé como jurado de los Juegos florales (un concurso literario). Pueden encontrar un muy bonito registro de la jornada en el blog Vicente López Lee.



Fiddlers Gone, una banda celta que levantó la tarde.

Por suerte tocó un día espectacular, así que a la tarde nos fuimos a tomar unos mates al río con Flor, una amiga que pasó de visita...


18.10.08

Sobre 'Bohemian Rhapsody'

Siempre es complicado hablar de un clásico. ¿Con qué mirada, desde qué lugar se puede hacerlo? Pienso en “Bohemian Rhapsody” y la sensación es más o menos esa. Uno se ve forzado a preguntarse: ¿es tan genial? ¿Es, en definitiva, la “obra maestra” de Queen? Ese parece ser, al menos, el lugar que ocupa para todo el mundo. A uno le puede gustar más, a nivel personal, otro tema (por ejemplo la desbordante y barroca “March Of The Black Queen”), pero lo cierto es que “Bohemian Rhapsody” ya tiene un status fijo, algo que la convierte casi en indiscutible. Y que dificulta una consideración que trate de ser “objetiva”.
Tampoco me parece menor el hecho de que éste sea uno de los temas que más conocidos de Queen, y que por lo tanto uno mismo conoce casi desde el momento en que empezó a escuchar la música de Queen. No me cabe duda de que “Bohemian Rhapsody” debe haber sido el primer tema que muchos escucharon de Queen, algo así como la puerta de entrada a todo un universo musical.
Pero si pasamos a la canción, concretamente (una canción que siempre me sorprendió que durase casi 6 minutos; su complejidad, la multiplicidad de sus partes, me hacen pensar en algo mucho más extenso), ¿qué es lo que la hace tan genial?
Hay anécdotas acerca de Freddie Mercury mostrándole (si no me equivoco) a Roy Thomas Baker la parte inicial de la canción, una balada que podría remitir a “Nevermore”, “Lily of the Valley”, o a la posterior “You Take My Breath Away”, y a Freddie diciendo de golpe “Acá entra la parte de la ópera” o “Acá empiezan los galileos”. Yo no estoy tan seguro acerca de los supuestos elementos “operísticos” del tema (si bien la historia de la letra nos podría hacer pensar en un héroe trágico), o en todo caso habría que pensar en una parodia de la ópera, tan bastarda y genial como los solos de guitarra que imitan el ritmo de vals en “The Millionaire Waltz”. Quizás ese sea el elemento que distingue a Queen, que lo dota de su particularidad y su genialidad, esa capacidad de meterse de oído en lugares tan disímiles, y salir airosos de ello, con algo totalmente original y novedoso entre manos. Hay algo muy inteligente en cómo se alternan las partes de la canción, una balada de tono serio y trágico a la que se quita solemnidad con esta parodia de la ópera, esos falsetes delirantes y encantadores (“Let me gooooooooooooo!!!”), y la explosiva aparición del riff, la voz de Mercury saliendo hacia el primer plano una vez más, para cerrar con la misma melodía con que empieza la canción, “Anywhere the wind blows”... En otras palabras, a esa historia se la hace particular y universal a la vez, trágica, ridícula y paródica, seria y cómica. Lo tiene todo, y a la vez no es comparable a nada.
Mención especial para la parte operística: también hay muchas anécdotas acerca de su grabación. La más importante es la que cuenta cómo la cinta había sido sobregrabada una y otra vez con más y más voces y arreglos, hasta el punto de que, cuando se quisieron acordar, ya estaba casi transparente de lo gastada. Entonces se apresuraron a hacer una copia, antes de que tuvieran que perder semanas y semanas de trabajo.
Creo que la ambición (musical, por supuesto) que muestra una canción como “Bohemian Rhapsody” sólo puede compararse con una canción poco reconocida y, sin embargo, inmensa, como “The Prophet’s Song”. Ahí también, el trabajo con las voces, y con las guitarras, llega a unas alturas poco comparables con el resto de la carrera de Queen. Es una canción por cierto más larga, y que quizás logra mejor que “Bohemian Rhapsody” la creación de un clima particular, esa carga de lo bíblico que ya había aparecido en el disco “Queen”, y que ahora vuelve destilada y mejorada, como una esencialización y estilización de lo mismo.

Dos palabras más sobre “Bohemian Rhapsody”. Primero, acerca del videoclip y de la “resurrección” del tema con la película Wayne’s World. Algunos consideran que el videoclip de “Bohemian Rhapsody” cambió la forma en la que se hacen videoclips en el mundo de la música. Francamente, a mí el videoclip me sigue resultando pobre y muy por debajo del nivel de la canción. Además, me parece que los Beatles ya habían hecho suficiente en sus películas (desde A Hard Day’s Night, pasando por Help!, y particularmente en Magical Mystery Tour y Yellow Submarine) como para cambiar para siempre la relación entre imagen y sonido. No es mucho lo que Queen aportó en este aspecto, o al menos no todavía.
En cuanto a Wayne’s World, es posible que la película haya acercado el tema a toda una generación que no creció con él (la mía, sin ir más lejos). Sin embargo, no creo que la inolvidable escena del auto haya hecho exitoso un tema caído en el olvido, sino que por el contrario fue una escena exitosa porque el tema nunca había sido olvidado. Consiguieron captar el verdadero espíritu de la canción: no un himno solemne, sino una canción tragicómica, capaz de superar las tragedias con esa poderosa letra: “Oh Baby – Can’t do this to me baby – / Just gotta get out – Just gotta get right outta here –”.
Y para terminar: no creo que nadie elija crear un clásico, una canción que va a perdurar siempre. Pero todos los artistas tienen “pálpitos” acerca de la suerte que van a correr sus creaciones. Hay que reconocer, entonces, la inteligencia con la que está armado el lado 2 de A Night At The Opera. Empieza con “The Prophet’s Song”, luego tiene esa transición inolvidable a otro gran clásico, “Love Of My Life”. Me parece acertado que a ese tema siga “Good Company”, al que la letra humorística y el banjo le dan un aire de espontaneidad y frescura, para luego pasar al plato fuerte, “Bohemian Rhapsody”, con esa introducción a capella, lenta e inolvidable. Y a esto quería llegar: no me parece casualidad que “Bohemian Rhapsody” esté casi al final del disco, y justo antes de la recreación del himno inglés, “God Save The Queen”. Creo que contribuyó a marcar el lugar al que estaría destinado el tema, un clásico junto a otro clásico. Pensemos en cómo termina “Bohemian Rhapsody”, con ese gong suave al final, y cómo va creciendo “God Save The Queen”, con ese redoblante que va aumentando el volumen. Final y principio de algo que cobra la misma estatura en este disco. La versión del himno inglés, por otra parte, me parece muy respetuosa. Queen no intentó hacer una versión distinta (más allá de la guitarra eléctrica), sino mostrar al mundo: “Miren, éste es el rock inglés, miren de lo que somos capaces”. Y ahí está “Bohemian Rhapsody” todavía, resistiendo exitosamente el paso del tiempo.

2.10.08

Clase abierta de taller literario

Este sábado tendremos la primera clase abierta del taller literario que coordino. Además, el 18/10 se realizará el cierre del ciclo "Vicente López Lee", en coincidencia con la Fiesta provincial de la lectura.
Más adelante colgaré un post al respecto.



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Conocé cómo trabaja un taller literario... por dentro

El Taller de Lectura y Escritura de Villa Adelina
en el marco del programa municipal "Vicente López Lee"
y el programa bonaerense "la Provincia en Estado Público de Lectura"
invitan a la

clase abierta del 4 de octubre

sábado 4/10
10.30 a 12.30
Delegación Municipal de Villa Adelina
Av. Ader 4057 - Vicente López
Entrada libre y gratuita

Coordina: Prof. Vicente Costantini

Más información sobre esta y otras actividades en:
http://vicentelopezlee.blogspot.com/
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