29.7.11

Tomás Gubitsch, el músico invisible

Aunque creo que no hace falta demostrarlo, recientemente encontré una razón más por la que las nuevas tecnologías siguen sin poder vencer a las que las antecedieron. Me explico:

Año 2000, aproximadamente. Iba manejando mi auto, escuchando la radio, y de pronto sonó un tema de rock que no era igual a nada que hubiese escuchando antes. Y lo más incríble: estaba en español, a diferencia de la mayor parte de la música que yo escuchaba en ese momento.
El tema en cuestión era "El anillo del Capitán Beto", de Invisible, año 1976, del disco El jardín de los presentes. No tuve más remedio que empezar a escuchar a Spinetta, y después llegó mi descubrimiento del disco Artaud, de Estrelicia Unplugged, de Spinetta y los socios del desierto y muchas canciones, melodías y recuerdos que están indisolublemente ligados a momentos de mi vida.
El jardín de los presentes sigue siendo, desde mi punto de vista, uno de los trabajos más logrados del Flaco. Pero acá tengo que confesar algo: nunca lo había escuchado con buena calidad. Lo bajé en MP3 en su momento, con un bitrate muy bajo (digamos 128 kbps), lo grabé en un CD virgen junto con Durazno sangrando (también comprimido hasta lo indecente), hasta que éste se me hizo pelota.
Este año decidí hacer un poco de justicia, vi a buen precio El jardín y lo compré (sí, original, con una linda cajita).
Ahí tuve la segunda iluminación, otra vez en el auto. Escuchar el CD original, la resonancia del bajo, la sutileza de las guitarras, los murmullos de la banda antes o después de los temas, fue como redescubrir un disco; casi casi como escuchar un disco nuevo.
Pero la tercera enorme sorpresa fue empezar a leer la información que trae la cajita junto con el disco. Ahí comprobé, consternado, que en su tercer disco Invisible había dejado de ser un trio. Ese rejunte de tres que tanto me gusta, y que ha dado a luz bandas increíbles como Rush, The Police, la segunda formación de King Crimson o Soda Stereo (por nombrar sólo algunas), ahora se veía ampliada por un músico más. Y algo que me sorprendió enormemente fue comprobar que el solo de guitarra de "200 años", el punteo velocísimo de "Alarma entre los ángeles", que yo atribuía a Luis y que me parecían una demostración demoledora de su destreza musical, pertenecían a un tal Tomás Gubitsch, de quien yo jamás había escuchado hablar.

Estuve googleando un poco para saber algo más, y lo cierto es que poca gente conoce a Gubitsch acá en Argentina. ¡Lo más increíble es que El jardín de los presentes fue el primer disco en el que tocó! Después de su paso fugaz por Invisible y de tocar en el octeto "electrónico" de Piazzolla, tuvo que exiliarse y se fue a vivir a Francia. Ni siquiera había vuelto a la Argentina hasta hace poco, en 2005, cuando regresó como visita y parte de su gira musical. Parece que, además de tocar la guitarra, se dedica a hacer música para películas. Un tipo que vale la pena descubrir, y que me dejó alucinado para siempre con su paso por Invisible, tan fugaz e indeleble como la primera vez que escuché "El anillo del Capitán Beto".

Tres videos:



Invisible, "200 años"




Astor Piazzolla (y Gubitsch) en vivo en el Olympia, París, Francia, abril de 1977.




Tomás Gubitsch, "A estos hombres tristes"


Dos entrevistas:
Entrevista en Página/12.
Entrevista en Musicargentina.com.

Su página web oficial (bilingüe): http://www.gubitsch.com/
ver también: myspace.com/tomasgubitsch
Facebook Tomás Gubitsch Official