10.5.07

Costumbres de los alcobranes

Durante mucho tiempo, lo que me detuvo antes de empezar un blog fue el hecho de carecer de un buen nombre. Me parecía difícil lograr un buen juego de palabras con mi propio nombre (o mi nombre propio), como en los blogs de Daniel Link o Pablo Valle. Hay toda una cuestión respecto de mi nombre que quizás ahora no valga la pena comentar.

Por lo pronto, me tentaba la idea de utilizar un verso o el título de un poema como nombre del blog. Alguna frase aforística potente. El problema de eso es que el título del blog quedaría demasiado largo...
Finalmente me decidí por el título de un poema de Edgar Bayley (1919-1990), enorme poeta argentino (Edgar gran Bayley, lo llamó uno de sus amigos poetas). Deduje, además, que dado que los alcobranes son seres imaginarios (no sé si del mismo orden o especie que las mancuspias), el título aún estaría disponible para empezar con el blog.
Así que acá está. Y como corresponde, en la primera entrada debe ir el poema ("En el principio estaba el Verso"):

COSTUMBRES DE LOS ALCOBRANES

no sé mucho de pájaros
sospecho sin embargo que no eres un albatros
un alcobrán más bien de fino plumaje negro
tus alas de gigante te permiten volar
y te quedas retenido en esta casa
te arrastras de una a otra habitación
no entiendo qué te impide fugarte
hablamos poco lo indispensable
y yo es verdad me olvido de tu presencia
te dejo abandonado durante semanas enteras
tú te buscas tu alimento arreglas tu lecho
no me das trabajo y como yo hablas muy poco
no sé cómo apareciste en mi casa
y además si alguien supiera que aquí hay un alcobrán
qué contrariedad qué de explicaciones rebuscadas
pero no me molesta ni tu fija y brillante mirada
ni tus garras ni tus alas ni las raras veces
que hablas de tus viajes
yo sé sin embargo que los alcobranes cambian mucho de personalidad
que a veces se vuelven habladores
y tanto pueden ser simpáticos corteses hábiles y atractivos
y brillar en sociedad
como volverse ásperos torpes insolentes agresivos y coléricos
que tanto pueden divertir con sus cómicas piruetas
como asustar con sus violentos estallidos
que pueden ser humildes amables y pacientes
como intemperantes y suciamente orgullosos
o inteligentes y de una gracia atractiva y bondadosa
o de ingenio lerdo desmañados y de crueles intenciones
pero sé también que los alcobranes padecen por sus errores en sociedad
y que el amor que no pueden expresar ni ejercer
es su verdad más honda la única inalterable
por eso es muy posible aunque no te lo he preguntado
que después de muchos viajes y experiencias
prefieras para no causar involuntarios inevitables males
mantenerte apartado en esta casa
porque sabes que no hay fiesta posible
ni otra vía que la soledad y el olvido

De Celebraciones (1968-1976)

4 comentarios:

Nurit dijo...

Bienvenido al mundo blog!
Me gusto este poema de Edgar Bayley

Por si no sabes quien soy, yo lei con vos la ponencia del encuentro de letras, sobre el flanneur en Girondo.
slds

Anónimo dijo...

mi querido que amable que blando
que bueno!

Anónimo dijo...

Un extraordinario poema. Me hace acordar al albatros de Baudelaire.

Patricia Damiano dijo...

Es un poema flojísimo donde no se reconoce al gran Bayley. A mi juicio, como siempre en estos casos.

Cuando todavía en la red no se difundía a Bayley lo he llevado por todos mis/nuestros espacios. Conozco bien su obra, que sigo esparciendo a todos los vientos.

Si se lo lee con cuidado en ese texto no ha respetado sus teorías y su técnica admirable. Tal vez se haya publicado antes de sus obsesivas correcciones hasta el hueso mismo.

Me alegra que un texto de EB haya dado nombre a tu blog, que no conocía hasta hoy.

Mis selecciones para la nube están en Ignoria http://goo.gl/xsE3Z y en Zoopat http://goo.gl/GykVl (y, por supuesto en todos nuestros sitios y redes asociados.

Buen hallazgo tu blog, al que llegué por el término "alcobranes".
Un saludo