Campo

Me hacía falta desaparecer unos días. Aunque me fui el viernes y volví hoy (domingo), la verdad que el descanso de estos tres días me cambió un poco la cabeza. Hacía mucho que no iba para La Augusta, el campo que tiene la familia de mi vieja.
Amigos, vino, fernet, asado con leña, días espectaculares, música, truco... Creo que no se puede pedir mucho más.



Eso sí, vale la pena aclarar que las estufas no andaban, y hacía tanto frío que tuvimos que prender fuego en el hogar del cuarto en el que dormimos. ¿El resultado? Volví a casa con la ropa totalmente ahumada...