Dedicatoria para El hacedor (1960) y Los conjurados (1985):
...Me gustan estos dos libros porque creo que se aproximan mucho a la esencia, al meollo. Ciego, con una sintaxis clara y simple, Borges se limitó a urdir sus tramas y declamar sus poemas de la forma más directa. Y sin embargo, qué fuerza, qué potencia literaria hay encerrada en estos textos. Con algo más que no estaba presente de modo tan patente en Ficciones o El Aleph: el humorismo y la ternura.
...Si la lectura es una de las formas de la felicidad, entonces lo es tanto más cuando la compartimos con alguien querido.
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